domingo, 16 de marzo de 2014

AGUSTÍN MILLARES SALL (1917 - 1989)

Agustín Millares Sall es el representante de la poesía social de posguerra en Canarias. Perteneció a la primera generación canaria de posguerra, es decir, a la Antología cercada (1947), junto con Pedro Lezcano, Ventura Doreste, José María Millares y Ángel Johan. Es habitual encontrar en la trayectoria de los poetas una inclinación que va del yo al nosotros, una poesía que va del intimismo al colectivismo. Este cambio lo vamos a ver en Millares desde otra perspectiva: de la poética a la política. No confundamos términos, que Millares forme parte de la corriente social de posguerra no quiere decir que su poesía sea prosa rimada y ritmada, en Millares vamos a encontrar poesía, en el sentido más estricto del término, a pesar de que uno de sus objetivos sea dar cuenta de la sociedad de su tiempo.

La trayectoria poética de Agustín Millares siempre estuvo marcada por dos elementos: su vida y la política. De esta manera, podemos encontrar las siguientes etapas o vertientes:

1. Clasicista y neogarcilasista: priman los moldes poéticos clásicos y el intimismo y existencialismo como temas principales. Se encuadran en esta vertiente sus poemarios Sueño a la deriva y En el deshielo de la noche.

Del propio ser me arrancaré de cuajo,
la protesta que hiere mi existencia,
al sentirme correr garganta abajo,
como saliva, sangre, de impaciencia.
El aire se abrirá de un solo tajo
con la blandiente voz de mi conciencia
que me llega a la boca sin trabajo
ansiosa de saber su consecuencia.

2. Poesía realista y testimonial: comienza a destilar una actitud comunicativa y apeladora. Pertenece a esta etapa La sangre que me hierve.

Protegida por la recia constitución de los días
la tierra tiene millones de manos que la trabajan,
constelaciones de sueños que estrellas barajan,
amplios campos que difunden virginales melodías.

Apenas frisa la edad de la fresca adolescencia
y rompe la nebulosa que envuelve el cielo futuro,
pero su paso es seguro
como el sol en redor del que gira su existencia.

En sus profundas pupilas la inmensidad no se cierra.
Alcanzando nuevos cielos, descubriendo panoramas,
la tierra en la luz se interna matizada por las llamas,
la tierra, siempre la tierra.

3. Lírica social-realista: poesía caracterizada por el tono declamatorio, comunicativo y de denuncia. Formalmente, denota una gran musicalidad y encontramos un corpus simbólico con el que se critica la cruda realidad. No obstante, Millares va a empezar a plasmar otras ideas, como son la propia poesía y el amor. En esta vertiente encontramos El grito en el cielo, "El martillo del minuto" (publicado en Antología cercada) y La estrella y el corazón. 

Yo, poeta declaro que escribir poesía
es decir el estado verdadero del hombre,
en cantar la verdad, es llamar por su nombre
al demonio que ejerce la maldad noche y día.

4. Poesía política: esta etapa está marcada por una iniciativa editorial llevada a cabo por Agustín Millares y sus hermanos José María y Manuel. Las composiciones, en esta ocasión, están marcadas por la ética, Millares condena la poesía, la estética, con el objetivo de comunicar de forma clara. Vamos a encontrar una obra eminentemente marcada por la ideología política del autor y su ansia de comunicar el anhelo de un futuro mejor.

Y porque al mismo tiempo
mi sangre se ve siempre renovada
y el aire estoy tocando como vidrio
y a mi vida la empujan nuevos bríos
y estoy creciendo como la montaña
y estoy soñando ser como las alas
y estoy naciendo siempre como el río.

5. Poesía intimista: poesía intimista formalmente, pero con un fondo social claro. Los escritos de esta etapa se caracterizan por un léxico coloquial, la descripción de la España real y la denuncia de la España oficial. Son obras intimistas Siete elegías a un tiempo y Habla viva.

Aunque te veas negro
para ocultar la fiebre que te quema
debes decir - no hay más remedio -
AQUÍ TODO ESTÁ EN REGLA
AQUÍ TODO CAMINA SOBRE RUEDAS,
DE AQUÍ SE VA DERECHO AL CIELO.

6. Renovación formal: continúa la tendencia testimonial y comprometida, pero cambiará el tono. Nos encontraremos ahora una poesía intensa, breve, subjetiva y vivencial, de tono más sereno. Segunda enseñanza, Función al aire libre y Tierra batida conforman esta vertiente.

7. Lírica personal, intimista y de reflexión: prima la poesía amorosa, con los tópicos del amor constante más allá de la muerte o el débito a la vida. Formalmente, Millares se sirve de las fórmulas tradicionales desde Petrarca hasta Miguel Hernández, pasando por Garcilaso, Quevedo y Neruda. Inaugura esta etapa Magdalena a todas horas.

8, Obra última: se producirá la conjunción de los registros que ha utilizado en su creación anterior, a saber, la expresión realista, la temática testimonial, el código surrealista, la introspección, el existencialismo, etc. Representa esta vertiente Metamorfosis de una estrella.

Lean a Agustín Millares Sall, rindámosle homenaje en este año que celebra el 25º. aniversario de su muerte. No se arrepentirán, verán que es un poeta muy revelador.

No querría cerrar esta entrada sin felicitar a la Biblioteca Insular de Las Palmas de Gran Canaria y al profesor Juan Jesús Páez Martín por su ponencia del viernes 14 sobre Agustín Millares Sall.

Referencias:

PÁEZ MARTÍN, JESÚS: "Visión apresurada de la lírica canaria de posguerra: Gran Canaria".

---: "La trayectoria poética de Agustín Millares Sall", en Zurgai, 1992. Acceso electrónico: enlace

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