domingo, 23 de marzo de 2014

Tomás Morales: el poeta del mar.

Con motivo del día internacional del agua, queremos perfilar brevemente la trayectoria y la importancia de Tomás Morales, el impulsor de la poesía canaria y uno de los innovadores de la poesía contemporánea española.

Podríamos haber elegido, en esta ocasión, cualquier otro poeta canario, puesto que uno de los rasgos definidores de la literatura de nuestra región es la referencia al mar. Sin embargo, nos hemos decantado por Tomás Morales por la profunda referencia que sobre él propuso Victorio Macho: "el más amplio sinfonista del Atlántico".

El mar es como un viejo camarada de infancia
a quien estoy unido con un salvaje amor;
yo respiré, de niño, su salobre fragancia, 
y aún llevo en mis oídos su bárbaro fragor.

Influido por la obra de Rubén Darío y Paul Verlaine, además de los clásicos, Tomás Morales nos dejó una herencia literaria que recoge todo lo canario de una manera simbólica y musical. Por este motivo las dos características vertebradoras del estilo de Morales son: la música y la belleza. Morales "a más de músico captador y elaborador de la belleza" es "aquel ser casi divino que ve más allá de las cosas a través de las cosas" (Páez Martín, 192).

Existen dos características que definen la poesía de Tomás Morales:

1. La fusión de belleza, humanidad y música.

2. La unión cosmopolitismo-universalidad, hispanismo-canariedad.

Su creación va a estar recogida en una obra de tres tomos con un título muy significativo: Las Rosas de Hércules. En ella vamos a encontrar cuatro líneas del poeta. La primera, el Tomás eminentemente modernista, creador de arte por el arte, en el que vamos a ver una poesía impregnada de mitología y referencias grecolatinas.

CRISELEFANTINA

Unge tu cuerpo virgen con un perfume arménico,
muéstrame de tu carne juvenil el tesoro,
y ruede sobre el mármol de tu perfil helénico
la cascada ambarina de tus bucles de oro.

Eres divina, ¡oh reina!, tu carne es nacarina,
y tienen tus contornos, olímpicos, los bellos
contornos de una estatua. ¡Oh reina, eres divina,
desnuda, bajo el áureo temblor de tus cabellos!

Nuestro tálamo espera bajo un rosal florido,
donde una leve luna trémulamente irradia
aquel claror tan plácido que iluminara un nido
en un vergel recóndito de la amorosa Arcadia...

También un nido aguarda a los nuevos esposos:
es un tálamo blanco de blancas flores lleno,
de olorosos jazmines y nardos olorosos,
casi tan albos como la albura de tu seno...

Serás reina entre flores, serás la compañera
de las rosas más blancas, la más fragante y pura.
Ya el lecho que te ofrenda la dulce primavera
suspira por la breve carga de tu hermosura.

Yo amaré, entre las flores, tu perfume abrileño,
y al verte entre mis brazos, ilusionada y loca,
yo te daré el rimado búcaro de un ensueño
a cambio de las mieles de tu exquisita boca.

El cielo será un palio sobre nuestra fortuna,
un surtidor lejano dirá una serenata,
y al sentirnos dichosos, bajo un rayo de luna,
abrirá nuestras venas un alfiler de plata...

Yo besaré tus labios tierna, cupidamente
−tus senos en mis manos, con languidez opresos−;
su plegaria nocturna suspenderá la fuente
para aprender el ritmo de tus últimos besos.

Un salmo acariciante preludiarán las hojas,
y moriremos viendo cómo las albas flores,
al fluir de la sangre, se van tornando rojas
como el lecho de púrpura de los emperadores...

La segunda línea es el Tomás intimista, cantor de la cotidianeidad, poeta de las cosas; y lo vamos a ver en dos vertientes:

1. En la búsqueda poética del tiempo perdido de la infancia

2. La excitación sensible que produce el puerto y el mar.

El tercer Tomás es el más divulgado, el poeta cantor del Atlántico.

Yo fui el bravo piloto de mi bajel de ensueño,
argonauta ilusorio de un país presentido,
de alguna isla dorada de quimera o de sueño
oculta entre las sombras de lo desconocido...

Acaso un cargamento magnífico encerraba
en su cala mi barco, ni pregunté siquiera;
absorta, mi pupila las tinieblas sondaba,
y hasta hube de olvidarme de clavar la bandera.

Y llegó el viento Norte, desapacible y rudo;
el vigoroso esfuerzo de mi brazo desnudo
logró tener un punto la fuerza del turbión;

para lograr el triunfo luché desesperado,
y cuando ya mi brazo desfalleció, cansado,
una mano, en la noche, me arrebató el timón...

Finalmente, tenemos el Tomás cantor y poetizador de Las Palmas.

LA CALLE DE TRIANA

A Domingo Doreste

La calle de Triana en la copiosa
visión de su esplendor continental
ancha, moderna, rica y laboriosa,
arteria aorta de la capital...

La calle del comercio, donde ofrece
el cálculo sus glorias oportunas,
donde el azar del agio se ennoblece
y se hacen y deshacen las fortunas.

Donde el urbano estrépito domina
y se traduce en industrioso ardor,
donde corre sin tasa la esterlina
y es el english spoken de rigor.

El sol del archipiélago dorando
los rótulos en lenguas extranjeras,
y los toldos de lona proyectando
sombra amigable sobre las aceras.

Y por ellas profusos peatones
de vestes y semblante abigarrados;
y, cual derivación, en los balcones,
los pabellones de los consulados.

Todo aquí es extranjero: las celosas
gentes que van tras el negocio cuerdo,
las tiendas de los indios, prodigiosas,
y el Bank of British, de especial recuerdo...

Extranjero es el tráfico en la vía,
la flota, los talleres y la banca,
y la miss que, al descenso del tranvía,
enseña la estirada media blanca...

Todo aquí es presuroso, todo es vida;
y, ebria de potestad, en la refriega,
la ciudad, cual bacante enardecida,
al desenfreno comercial se entrega...

Y al alma, que es, al fin, mansa y discreta,
tanta celeridad le da quebranto...
y sueña con el barrio de Vegueta,
lleno de hispano-colonial encanto...

Grand Canary... La gente ya comprende;
y, bajo un cielo azul y nacional,
John Bull, vestido de bazar, extiende
su colonización extraoficial...



Referencias

BECERRA BOLAÑOS, A. (2011): Sobre el sonoro Atlántico: Tomás Morales. Letras canarias 2011. Acceso electrónico: enlace

PÁEZ MARTÍN, J.J. (1999): "Tomás Morales y la atmósfera lírica finisecular en Gran Canaria", en Varia lección sobre el 98, el Modernismo en Canarias: homenaje a Domingo Rivero, Gran Canaria: Ayuntamiento de Arucas. Acceso electrónico: enlace

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